Como parte del cuidado responsable de la salud, en ocasiones se hace preciso ocuparse de subir las defensas acudiendo a todos los recursos que puedan encontrarse al alcance, pues como es bien sabido, cuando el sistema inmune pierde fortaleza, es cuando las personas se vuelven más susceptibles a presentar virus, infecciones y un amplio catálogo de enfermedades.
Ciertamente, las personas con defensas bajas empiezan a evidenciar un desequilibrio en el organismo, pues éste, deja de contar con las herramientas necesarias para hacer frente y salir bien librado, del ataque de agentes externos. Es de resaltar, que, por regla general, es el sistema respiratorio el que más rápidamente empieza a dar señales del debilitamiento de las defensas, pero, asimismo, pueden presentarse muchos otros indicadores.
Ante la trascendencia del pertinente funcionamiento del sistema inmune, para mantener a raya todos esos “invasores” que nos ponen en riesgo sin siquiera darnos cuenta, bien vale la pena tener claridad sobre los siguientes aspectos.
¿Cómo saber si las defensas están bajas?
- Resfríos, herpes y distintas infecciones virales que tienen lugar de manera recurrente.
- Cuadros de diarrea crónica que dejan como resultado la pérdida de peso.
- Desarrollar hongos en la piel, boca u otras partes visibles constantemente.
- Padecimiento de cuadros de sinusitis u otitis varias veces durante el año.
Momento para pensar en reforzar la inmunidad
¿Qué tan importante es mantener fuerte el sistema inmunológico?
Alimentación para subir las defensas
- Yogur: gracias a los microrganismos que hacen presencia en esta bebida láctea, se consigue estimular la producción de anticuerpos que serán vitales para bloquear la acción nociva de bacterias y virus.
- Miel: endulzar con miel en lugar de azúcar, es una excelente sugerencia debido a que se ha comprobado que este preciado néctar cuenta con una tremenda capacidad antiséptica y bactericida.
- Frutas cítricas: mandarina, limón, toronja, naranja, pomelo, kiwi son tan solo algunas de las alternativas para acceder naturalmente a un preciado aporte de vitamina C y otros componentes que contribuirán a crear un escudo casi que infranqueable a favor del bienestar.
- Cereales integrales: por ser antioxidantes, la cebada, la avena, el salvado y hasta el arroz integral, potencian la respuesta positiva del cuerpo ante las enfermedades.
- El ajo y la cebolla: ambos de sabor algo fuerte, pero también con la capacidad para contribuir exponencialmente a la salud, gracias a su poder antiviral y antibacteriano.
- Proteínas: el hígado de ternera, las carnes rojas, las almejas, el pavo y el pollo, comparten la ventaja de ser ricos en zinc, lo que representa una ayuda extra y sumamente valiosa para el sistema inmune.
Remedios caseros que ayudan al sistema inmune
Batido de banana con nueces
Jugo cítrico
Bebida de zanahoria con remolacha
Hora de revisar los hábitos diarios
- Aprender a manejar el estrés: tomarse las cosas con calma puede ser muy impactante para la salud, pues se evita que, por ejemplo, suba la presión arterial y se altere el organismo de diversas maneras; es factible que requieras de estrategias tales como la meditación y el aceptar lo que sencillamente no está en tus manos cambiar.
- Más actividad física: la actividad deportiva promueve la sudoración y ese adecuado incremento de la temperatura que trae tantas cosas buenas en su justa medida. Lo importante es que se dedique un espacio a diario para una sesión de exigencia corporal.
- Mantenerse hidratado: el cuerpo agradece cuando se toma la cantidad de agua apropiada, pues inmediatamente se estimula esa posterior excreción que se llevará con ella, buena parte de toxinas acumuladas.
- Dormir bien: descansar como es debido, permite esa pertinente regeneración celular que resulta tan relevante para estar en excelentes condiciones.
- Tomar el sol en su justa medida: con la aplicación de una buena capa de protector solar y en las horas del día adecuadas, recibir los rayos solares estimulará la producción natural de vitamina D, lo que es ideal.
- No fumar: inevitablemente, el cigarrillo termina dejando el cuerpo en un estado de gran vulnerabilidad, lo que incluye como es de esperarse, la baja en las defensas. Aquí se incluye quienes, por una razón u otra, se convierten en fumadores pasivos.
Vitaminas y minerales a manera de complemento
- Vitamina A: entre sus muchas ventajas, aparece el incremento de la resistencia a las infecciones, como la más trascendente.
- Vitamina B: aunque son varias las vitaminas integrantes del grupo B, buena parte de ellas consiguen potenciar la formación de glóbulos rojos y de distintos anticuerpos de gran utilidad.
- Vitamina D: aliada del metabolismo celular, consigue prevenir un importante listado de infecciones.
- Hierro: sumamente trascendente para el adecuado funcionamiento del sistema inmune, vigilar que exista su consumo adecuado, será clave para mantenerse protegido.
- Selenio: de acuerdo a investigaciones científicas, este mineral es esencial para que las defensas se mantengan arriba y por consiguiente, el organismo blindado.
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