Existen trucos para una alimentación saludable que son muy sencillos y efectivos, pero que no todas las personas conocen. En ese orden de ideas, aprender a seleccionar los alimentos de acuerdo con los colores de los productos, es una muy buena estrategia, en particular si se conocen las instrucciones para que estas decisiones sean las más adecuadas.
No hay que pasar por alto que autoridades a cargo de la nutrición, suelen recomendar a las personas que hagan lo posible por consumir todos los días como mínimo una verdura de color verde oscuro y otra de color naranja. Para que usted pueda comprender el porqué de estos consejos, en este caso le compartimos una pequeña guía.
Seleccionar los alimentos saludables de acuerdo con su color
Por supuesto, en estos casos no ocurre como al pedir batidos Herbalife que las personas van a dedicar parte de su tiempo a elegir los que quieren comer tomando como base para su decisión el color, pero sí valdría la pena darle un grado de importancia a esta variable para que la alimentación mejore considerablemente.
A grandes rasgos, se puede afirmar que no todos los alimentos que presentan un mismo color van a contar con las mismas propiedades. En términos nutricionales, es muy complejo que se pueda equiparar una cebolla con la leche de vaca, el atún con los tomates o unas nueces con la pasta integral.
Más allá de lo anterior, en el caso de los vegetales todo cambie. Si se habla de frutas, hortalizas y verduras, el color de los alimentos sí que les ofrece a los consumidores información relevante respecto a sus propiedades, por lo cual es importante que se aprenda a interpretarla.
Los pigmentos o colores de los vegetales: Fitoquímicos
En el caso de los fitoquímicos hay que mencionar que se encuentran presentes en las plantas para ofrecer su propio beneficio. Pero, a fin de cuentas su efecto sí que tiene incidencia para la salud. En la mayor parte de los casos, ofrecen una acción antioxidante muy potente y también protegen el cuerpo de enfermedades como ciertos tipos de cáncer, cuadros cardiovasculares y enfermedades degenerativas.
La literatura científica hasta la fecha se ha encargado de realizar una investigación exhaustiva sobre este campo, para así a futuro contar con todos los datos que permitan llegar a conclusiones más claras sobre lo que el color de los alimentos nos dice para nuestra salud.
¿Qué nos dice el color de los alimentos?
Carotenos y su impacto más allá de la piel
En lo que se refiere a la evidencia científica, se ha demostrado que un consumo de carotenoides se puede asociar con un riesgo menor de sufrir problemas cardiovasculares. Igualmente, son un elemento muy potente de acuerdo con su acción antioxidante, lo cual va a permitir más protección para la piel y contribuir con la salud de los ojos.
Ahora bien, es necesario resaltar en estos casos los beneficios de los carotenoides en la salud cuando provienen de los alimentos enteros. Según las investigaciones, no se ha identificado que el mismo efecto que se ha explicado en los párrafos anteriores se pueda conseguir a partir del consumo de los suplementos nutricionales.
Entre los alimentos más ricos que se van a encontrar con esta clase de pigmentos están:
- Rojos – Cerezas, tomate, sandía, frambuesa y pimiento rojo.
- Naranja – Papaya, zanahoria, melocotón, albaricoque, calabaza, nectarina y boniatos.
- Amarillos – Melón cantalupo, maíz y mango.
Clorofila
Igualmente, en otras investigaciones se anota que la clorofilina podría presentar propiedades antioxidantes, por lo cual se puede prevenir el daño de las células que es ocasionado por los radicales libres. Se puede encontrar este tipo de compuesto en el brócoli, las espinacas, los espárragos, las alcachofas, las coles y las acelgas. Así mismo, el kiwi es una excelente alternativa. Todos estos productos son también ricos en vitamina K, magnesio y ácido fólico.
Para terminar, en la mayor parte de los casos, estos productos ofrecen un secreto escondido y es que son ricos en carotenos, pero el pigmento amarillo se esconde por el verde tan potente la clorofila.
Antocianinas moradas
Vale la pena mencionar su efecto antioxidante, el cual se asocia con un riesgo menor de infarto de miocardio para las mujeres jóvenes y de mediana edad. Según los estudios epidemiológicos se puede relacionar con un consumo regular de antocianinas efectos como: una incidencia menor de diabetes tipo dos, menor riesgo de enfermedades cardiovasculares, mejor mantenimiento del peso corporal, menor mortalidad y un efecto neuroprotector.
¿Qué ocurre con los vegetales blancos?
Dentro de esta categoría están incluidas las cebollas, los rábanos, los puerros, los ajos, entre otros alimentos. Algunos de ellos son una fuente increíble de alicina y quercetina, las cuales son sustancias con las que la salud cardiovascular va a mejorar de una manera notable.
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